Amas de casa |
Quiero poner un blasón con todo mi corazón en el alma de este hogar, para poder ensalzar su nobleza y su ilusión.
Quiero vivir la armonía que se vive cada día, la ilusión y la esperanza que germina la alabanza de mi humilde poesía.
Espero que cada dama que hay en esta asociación, pueda disfrutar la gama con orgullo, de ser ama despertando admiración.
Demostrad en cada intento la sutileza y talento que tiene cada mujer, aprovechando el momento para poder convencer.
Vosotras madres queridas y esposas sacrificadas; restañaos esa herida de quien os tuvo en la vida tantos años marginadas.
No olvidéis el sacrificio que cada mujer ha hecho, sin obtener beneficio; sin considerarle oficio ni adquirir ningún derecho. |
Pensad que cada mañana que amanece en vuestra vida, sois la promesa más sana, más pura y más soberana de vuestra imagen querida.
No olvidéis que sois la clave y el timón de vuestro hogar; sois la que todo lo sabe y la que tiene la llave del secreto para amar.
Sois personas que luchando sin cesar toda la vida, pasa las horas amando hora tras hora bregando sin estar retribuida.
Por eso a cada mujer, le brindo mi admiración mi respeto y mi ilusión, ofreciéndole a la vez el eco de mi canción.
Con esta salutación mi poema y mi mensaje lleno de paz e ilusión, os ofrezco el corazón, a la vez que mi homenaje.
(Dedicada a la Asociación de Mujeres y Consumidoras "El Atrio".) Autor: Santos López Mostacero
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Amas de casa (2)
Quiero comerme un jamón con todo mi corazón en la mesa de mi hogar, para poder engordar bebiendo vino de porrón.
Quiero comer sandía de postre cada día, el atracón y la panza cada día más os avanza, y yo que hambre, madre mía.
Espero que cada chochón que hay en esta asociación, aprenda a hacer la cama sin prisa y de buena gana, en vez de tanta excursión.
Demostráis en cada intento el poco fuste y talento que tiene cada mujer, merecéis un buen escarmiento por no darnos bien de comer.
Vosotras, madres queridas, esposas gordas como vacas hacedme buenas comidas, no tantas espinacas ni tanta mierda de sardinas.
No olvidéis el sacrificio que cada hijo ha hecho por cagar en el servicio, por no pringar el techo o por saludar a Don Patricio. |
Pensad que cada mañana que hacéis el desayuno, bollos no veo ni uno, ni siquiera una napolitana, sólo pan del año "la tana".
No olvidéis que sois la madre, la cotilla del hogar, la que todo lo abre, la que deja sin fútbol al padre, o la que ronca sin parar.
Sois personas que regañando sin cesar toda la vida, pasáis las horas sobando hora tras hora roncando sin estar del todo dormida.
Por eso a cada mujer, le brindo mi admiración, por criar ese panzón, por no parar de comer y nunca pegar el reventón.
Con esta borriquería ya acabo mi mensaje, lleno de paz y alegría. que viva el tatuaje, y por favor, más potaje!!.
(Dedicada a la Asociación de Mujeres y Consumidoras "El Atrio".) Con cariño, Petete. |
© Copyright Gonzalo Mantecón Sáez - 31/08/02 |