La paloma torcaz

Arisca y potente, una de las principales especies para el cazador ...

En los últimos años estamos asistiendo a su imparable expansión, con una cada vez mayor población sedentaria que ha perdido su instinto migratorio y reforzada de forma espectacular por la llegada en otoño de millones de ejemplares que vienen a invernar a los encinares de Extremadura, Andalucía y Portugal.

  FICHA TECNICA

DESCRIPCION: La mayor de las palomas presentes en la Península Ibérica, robusta y con una cabeza muy pequeña con relación al cuerpo, presentando unas inconfundibles manchas blancas a ambos lados del cuello y en la parte superior de las alas. Plumaje gris azulado en el dorso y algo más claro en su parte inferior, con pecho de tintes vinosos y cola terminada en una banda negra. Pico anaranjado y patas rojizas. Colorido similar en ambos sexos si bien los ejemplares jóvenes presentan tonos parduscos y sin manchas blancas en el cuello.


ALIMENTACION: Se alimenta en el suelo con todo tipo de semillas, granos de cereal y yemas de plantas, pequeños invertebrados y sobre todo bellotas, prefiriendo las de los alcornoques a las de las encinas.

BIOLOGIA Y COSTUMBRES: A partir de marzo puede verse el característico vuelo amoroso del macho, con sonoros aletazos en su vuelo de parábola ascendente, que interrumpe con una caída con sus alas alzadas en punta hacia el cielo. Cría de abril a agosto, con generalmente dos puestas de dos huevos blancos, depositados en su nido situado en los árboles y de construcción de frágil aspecto en forma de plataforma poco espesa, a base de ramitas secas.

Tras una incubación de ambos progenitores durante 17 días, nacen los pollos cubiertos con un ligero plumón amarillo y son alimentados con la conocida como "leche de paloma" elaborada en el buche por los adultos. Nidícolas y capaces de volar hacia los 25/30 días.

HABITAT: Común en todo tipo de zonas arboladas(bosques, sotos, e incluso parques urbanos generalmente en Europa Central y ello a pesar de su carácter arisco y receloso). Fuera de la época de cría frecuenta igualmente zonas abiertas, cultivos, pastizales, etc...

DISTRIBUCION Y POBLACIONES: En la Península Ibérica se divide en grupos sedentarios, que también realizan desplazamientos locales y los millones de torcaces del centro y norte de Europa que en otoño se presentan para la invernada a través de los pasos tradicionales del Pirineo vasconavarro y utilizando dormideros igualmente tradicionales que se encuentran en su gran mayoría en terrenos llanos, en encinares y alcornocales preferentemente, así como en pinares y eucaliptares.


   SU CAZA

  La más antigua y tradicional se realiza desde puestos fijos a su entrada migratoria otoñal, contando con verdaderos "drogados" de esta especialidad, sobre todo entre guipuzcoanos y navarros, con su conocido y viejo refrán, " a palomas aunque no comas". Elevadas cifras pagadas para capturas presumiblemente extraordinarias, pero siempre a merced de los vientos, lluvias y las temidas nieblas... Roncesvalles, Valcarlos, Echalar y otros bien conocidos por los aficionados del interior...

Los vientos del norte y noroeste son los mejores en cuanto a cantidad de paso, pero demasiado altas para el alcance de las escopetas, siendo más propicios los del sur y oeste, con menos bandos pero más bajos. Las palomas pueden pasar a lo largo de toda la jornada, pero las mejores horas suelen ser desde el amanecer a las 10/11.

Desde la pasada temporada y con fuertes controversias, que se han demostrado infundadas por sus relativamente escasas capturas, se ha autorizado su caza en la denominada "contrapasa" hacia sus lares europeos del norte.

En sus zonas de invernada del sudoeste peninsular y aprovechando sus desplazamientos a los comederos, se pueden realizar buenas tiradas si somos capaces de camuflarnos convenientemente, pero la torcaz parece aprender de año en año las" zonas calientes" para su salud y ponerlo difícil.

La otra modalidad, tradicional y apasionante para sus practicantes, es la realizada atrayendo a las torcaces al puesto mediante palomas vivas, llamadas cimbeles, fijadas a unas bases que son movidas mediante cuerdas por verdaderos especialistas y que hacen que las palomas que se desplazan en bandos se aproximen poniéndose al alcance del cazador convenientemente apostado.

Que su bravo vuelo siga haciéndonos vibrar...